JAI ALAI
Situado al lado de la boca del metro de Areeta, el Jai Alai es una opción sublime para todo aquel amante de los pintxos.
Su barra hará que hasta el más decidido tenga dudas a la hora de qué comer, puesto que nada de lo que exponen merece no ser probado.
El bar, que el pasado año ganó el premio a la mejor barra (con toda la razón), hace justicia a su fama. Desde la clásica tortilla rellena hasta innovadores montaditos de colores estrafalarios, todo manjar tiene cabida en este local.
Los pintxos se exponen en una barra que ocupa prácticamente todo el local, lo que provoca que las mesas para sentarse dentro sean escasas. Esto se compensa con las dos grandes terrazas que tienen, eso sí, no aptas para los más frioleros en los meses de invierno. Pero no es algo que asuste a la gente del norte.
El producto, todo de primeras marcas, parece más bien el acompañante del pintxo y no al revés. Cerveza, vino, café o refresco, cada cual case con su igual, son complementarios a los suculentos bocados que se exponen y saborean en este local getxotarra por el módico precio de 1 euro.
GRAN CABO
En Getxo hay mar y hay montaña, pero en esta ocasión decidimos tirar por lo primero. Así fue como acabamos en Gran Cabo, un local del Puerto Polideportivo de Getxo.
El local, decorado en tonos sencillos y cálidos es perfecto para los que, por mucho que llueva, no perdonan los viernes y los sábados, y no solo por la cantidad de pintxos que ofrecen, que en esta ocasión son más clásicos pero con una calidad envidiable, sino también porque es un sitio perfecto para cenar, tanto en pareja como con amigos. La carta, que tiene un plato para cada persona y para cada gusto, es, además de completa, llamativa. Desde entrantes clásicos o bocatas hasta pescados y carnes para los paladares más exigentes.
Pero el Cabo ofrece más. Cuando cae la noche, los getxotarras -y los que no lo son- eligen las terrazas del puerto para tomar unas copas debajo de las sombrillas e irónicamente, al lado de las estufas. Al igual que la comida, todo lo que se sirve es de una calidad soberbia. Desde los típicos combinados hasta los cócteles traídos desde todos los lugares del mundo y para todo tipo de gustos.
En definitiva, un restaurante o un bar. Perfecto para el café o para unos cócteles. Lleno de gente joven o para más mayores. No se puede catalogar a Gran Cabo, eso es lo que más nos gusta.