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Veranos de carretera y música

Bidean Erromería repasa su trayectoria como grupo y sus proyectos de futuro

Eva MAZÁS Y Henar NEIRA

Según los datos del Deia, en 2016 acudieron 1’3 millones de personas a la Aste Nagusi de Bilbao. Entre la multitud y aún sin tener muy claro porqué, se encontraron Ainhoa Aranburu (voz),  Ander Romero (guitarra), Kerman Santiago (guitarra), Beñat Gorostiaga (batería), Aritz Landeta (trikitixa y txirula) y Mikel Iglesias (bajo). Una idea que nació en el calor de una noche de agosto entre kalimotxos, ruido y fuegos artificiales, el combo que necesitaron estos seis jóvenes de Algorta para que naciese Bidean Erromeria. 

 

A los músicos les gustan los bares, eso es cultura general. Por eso, Bidean Erromería espera en un bar de la Plaza de San Nicolás de Algorta. La terraza del Jolas- Aurre está prácticamente llena para ser un día laborable en el que la lluvia no ha dado tregua, y en una mesa que hace esquina hay dos chicos, el tercero sale con tres cañas en la mano; un saludo, un “¿Y tú quieres algo”?. Beñat, Aritz y Kerman, ellos conforman la mesa. Tres de los integrantes del grupo riéndose y arreglando un poco el mundo, hablando de irse este fin de semana a descubrir mundo. Siempre están entre bromas y su grupo no podría haber nacido de otra manera.

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Vídeo Bidean Erromeria Promozio Bideoa 2020, realizado y cedido por Ales Lopezortega.

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Como los algorteños explican, fue un proyecto que “salió un poco entre las coñas” pero que los ha llevado a dar conciertos por pueblos de todo Euskal Herria. Una mecha corta, una idea fugaz fue suficiente para que pusieran en común sus habilidades. Echan la vista atrás y recuerdan su primer concierto, fue en Muskiz en 2016 y desde aquella no han parado. Gautegiz, Elgoibar o Arantzazu y como no, su Algorta natal. Y normal, porque estos chicos no solo viven la música como un hobbie más, ellos aprovechan todo lo que un grupo supone. “Cada noche un pueblo distinto, viajar, conocer gente… y bueno, la fiesta” concluye Aritz y el resto de integrantes del grupo se echa a reír. La música no es solo música cuando se comparte, ellos lo tienen bastante claro.

 

A pesar de lo que les aporta cada viaje, el concierto que Aritz recuerda con más ilusión fue el del Gaztetxe de Algorta. Para él fue el primero con una cantidad de público importante y esto le marcó. Beñat, en cambio, se quedaría con Balmaseda o el último concierto de Jaias de Algorta, Este último por un motivo especial: era su barrio, sí, pero también era su gente la que estaba al pie del escenario coreando todas las canciones y haciéndoles ver que todo esfuerzo tiene su recompensa, que lo habían conseguido. Tras un breve silencio en el que Beñat, Aritz y Kerman se miran de forma cómplice recuerdan un concierto en el Gaztetxe de Olazti (Nafarroa), un pueblo de 1.500 habitantes que llenó el local para verles en una noche de frío y nieve.

 

Toda actuación conlleva ensayo previo. Todo grupo que se preste debe ensayar. Los Rolling no hubiesen llenado estadios si no le hubiesen dedicado horas. Al ser un grupo que no escribe sus canciones, Bidean Erromeria no tiene que dedicar tanto tiempo como otros y a la pregunta de los ensayos le responden las risas de los tres integrantes que asumen que la organización de los mismos va un poco condicionada por la vida de cada uno. “Se supone que ensayamos -cuando no estamos en temporada-  una vez a la semana” explica Beñat, aunque recalca que esto cambia en verano ya que la actividad del grupo se incrementa de manera exponencial. Teóricamente programan cada semana un ensayo, condicionado a las necesidades de cada uno y con posible cancelación por bajas. Esa es la idea, “se supone”, confirma Kerman.

Los grupos de su mismo género que no tienen instrumentos de viento suelen tener un sonido más clásico y, por lo tanto, más común. Bidean incluye estas canciones en sus conciertos pero no como obra principal, a ellos les gusta dejar la “triki”- que en su caso es lo que les aporta ese sonido más típico- a un lado de vez en cuando y jugar con todas las posibilidades de los acordes. Y como Aritz dice - quien da ese toque “clásico” a Bidean con la trikitixa- eso no es ni mejor ni peor, es diferente. Es lo que diferencia a los “punkis de la erromería”, como ellos se definen. Esta es su marca de distinción, este es el principal motivo por el cual destacan entre la infinidad de grupos que tiene su mismo repertorio. Como explica Kerman su sonido es diferente, más distorsionado, duro o “guarro” que el de otras erromerías. “A mi no me suena mal” apostilla el guitarrista  entre risas.

 

Para ellos la música es expresión, es algo que les aporta vida y tienen claro que Bidean Erromería es parte de su día a día, pero como Beñat -el batería del grupo-  explica “va un poco sobre la marcha” y cada año, a principios, toman la decisión de seguir o no. Nunca se sabe a ciencia cierta si seguirán ahí el año que viene, si cabrá la posibilidad y la suerte de volver a verlos -aunque por lo que parece, el 2020 nos trae fortuna-  o, por el contrario, habrá que conformarse con sus actuaciones de YouTube y los clips de Instagram. Lo que sí que no tiene opción a duda, es que bailaremos con ellos hasta que se apaguen los focos, los amplificadores y digan adiós a los escenarios.

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Todas las imágenes cedidas por Bidean Erromeria @bidean.erromeria

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